Kavanagh K, Pollock K, Cuschieri K, Palmer T, Cameron R, Watt C et al Lancet Infectious Diseases 2017;17:1293-1302
En el año 2008, Escocia implantó la vacunación frente a las infecciones producidas por el virus del papiloma humano en niñas de 12 a 13 años utilizando la vacuna bivalente (cambiaron a la tetravalente en 2012). Las coberturas de vacunación alcanzadas en 2008-09 fue del 92.4%. Los autores plantean un estudio transversal de siete años para conocer la prevalencia de infección por VPH en las chicas de 20-21 años que acudían a las clínicas de cribado citológico. Analizaron aproximadamente 1000 muestras por año y ligaron los resultados al estado vacunal respecto a VPH. En total fueron genotipadas 8584 muestras. La prevalencia de los tipos 16 y 18 se redujo significativamente, desde el 30% en la cohorte de 1988 al 4.5% en la cohorte de 1995, lo que se traduce en una efectividad vacunal del 89.1% (IC 95%: 85.1-92.3) para las que se vacunaron con 12 o 13 años. Respecto a otros oncotipos, la vacuna bivalente mostró una protección cruzada significativa para el 31 (93.8%), el 33 (79.1%) y para el 45 (82.6%). No se observó incremento de otros tipos no incluidos en la vacuna. Las no vacunadas nacidas en 1995 tuvieron un riesgo reducido de infección por los tipos 16 y 18 al compararlas con las nacidas en 1988 (OR ajustado: 0.13 con IC 95%: 0.06-0.28) y también un riesgo reducido de infección por el 31, 33 y 45 (OR: 0.45 con IC 95%: 0.23-0.89), lo que habla de protección comunitaria para tipos vacunales y no vacunales. Los autores concluyen que la vacuna muestra protección cruzada mantenida (hasta siete años). Sus hallazgos debieran servir para reflexionar acerca de los análisis de coste/efectividad que informen sobre la elección de las distintas vacunas en los programas nacionales.
Una editorial acompañante de Julie Brotherton remarca la importancia de estos hallazgos para países de media-baja renta que quizás no puedan tener acceso a las vacunas de amplio espectro.