Choi J, Lim Y. J Infect Dis 2017;216 (Suppl 8):S778-84
Al ser la reactivación de la infección por el virus de la hepatitis B un proceso frecuente en los pacientes sometidos a tratamiento inmunosupresor y a quimioterapia citotóxica, los autores llevan a cabo una evaluación de las características, la prevención y el manejo de estos enfermos. Esta reactivación la definen como la reaparición de AgsHB en individuos que eran previamente negativos para ese antígeno, la aparición de ADN-HBV en pacientes AgsHB negativos o la detección de ADN-HBV en aquellos que previamente era indetectable. Viene determinada por propios factores víricos, factores del huésped (la juventud y el ser varón se asocian con mayor riesgo) y la enfermedad subyacente (hemopatías malignas, tumor de órgano sólido, trasplante de progenitores o de órgano sólido, enfermedad reumática e enfermedad inflamatoria intestinal). También ejerce gran influencia el tipo de terapia inmunosupresora, siendo baja para los agentes imunosupresores tradicionales, pero alta para los que deplecionan las células B, los derivados de antraciclina, los inhibidores de TNF y los de la tirosina quinasa, y por último los esteroides en dosis moderadas o altas durante cuatro o más semanas. En base a la terapia estratifican el riesgo de reactivación y las recomendaciones de profilaxis vírica, bien profiláctica o una vez detectada la reactivación.