Según la conclusión alcanzada por un reciente estudio efectuado a escala internacional, los individuos que creen en teorías conspiratorias, son a su vez más escépticos o se oponen al empleo de vacunas. Y cabe suponer que también lo serán a las transfusiones y al empleo de medicamentos y tratamientos de la medicina convencional u oficial. Un resultado que se ha alcanzado tras realizar una encuesta entre más de 5.000 personas de 24 países de todo el mundo. Más sorprendente, si cabe, resulta la constatación de que el nivel de estudios y educación apenas tiene incidencia en esta asociación. Es decir, que no por tener una mayor preparación se le da menos crédito a las teorías conspiratorias.
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Autor: Asociación Española de Vacunología
Asociación científica dedicada a la formación e información sobre vacunas destinada a profesionales sanitarios y público en general.