La Organización Mundial de la Salud (OMS) rechaza que las vacunas infantiles puedan provocar autismo, ya que los datos epidemiológicos disponibles indican que "no hay evidencia de un vínculo" entre éstas y la enfermedad. De esta forma, las dosis administradas contra enfermedades como el sarampión, las paperas o la rubéola no estarían afectando a la incidencia de autismo entre los menores, sostiene. "No existen estudios previos que sugieran una relación causal", zanjan.
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Autor: Asociación Española de Vacunología
Asociación científica dedicada a la formación e información sobre vacunas destinada a profesionales sanitarios y público en general.