La Corte especial de Apelación Federal de Estados Unidos dictó que las vacunas no podían haber causado el autismo a un chico de Oregon llamado William Mead, poniendo fin a la petición de indemnización por parte de su familia en la demanda relativa a la asociación entre autismo y timerosal. Este fallo se suma a los otros dos que la misma Corte ha emitido en los últimos años. El Departamento de Salud de ese país en respuesta a la sentencia ha comentado que la comunidad médica y científica han revisado cuidadosamente toda la evidencia disponible acerca de las teorías existentes y no han encontrado una asociación entre ellas y la aparición de autismo. En febrero de 2009, el juzgado falló en contra de tres familias que afirmaron que unas vacunas causaron el autismo de sus hijos, afirmando que habían sido ”desinformados por médicos que son culpables, de grave negligencia médica”.
Compartir
Autor: Asociación Española de Vacunología
Asociación científica dedicada a la formación e información sobre vacunas destinada a profesionales sanitarios y público en general.