Matthias J, Pritchard P, Martin S, Dusek C, Cathey E, D´Alessio R et al. Emerg Infect Dis 2016;22:242-246
Descripción de la investigación alrededor de un caso de tosferina en un niño escolarizado de un año en Florida en septiembre de 2013, eximido de recibir vacunas. Tras la investigación inicial se identificó un hermano no escolarizado de tres años. En diciembre se recibió la notificación de otro caso en un niño de un mes, surgiendo más casos en familiares y en compañeros de la escuela del caso índice. Esta tenía 117 estudiantes de 10 meses a 6 años y 26 personas de staff. Se detectaron 11 casos confirmados, por PCR o vínculo epidemiológico y 28 probables entre septiembre 2013 y enero 2014. 26 estudiantes tenían entre 1 y 5 años y otros dos fueron del staff. 11 casos estaban ligados a la escuela. Solo cinco de los 117 estudiantes no habían recibido las series completas de vacunación, de los que dos fueron casos que habían recibido al menos una dosis de vacuna. Los otros tres no eran casos y no estaban vacunados. De los 33 niños con tosferina, 28 habían recibido tres o más dosis y 23 habían recibido cuatro o más dosis. La efectividad vacunal en los escolares fue del 45% (CI 95%: -70.4 a 82.2%) y la media de los días transcurridos entre la última vacuna y el comienzo de síntomas fue de solo 667 días. Además siete habían recibido la vacuna en el año previo. Se llegó a una tasa de ataque del 48% en un aula en la que todos los escolares habían recibido la serie completa de vacunación y en la que un miembro del staff tenía tosferina confirmada por laboratorio. Los niños de 2-3 años tuvieron un mayor riesgo de infección (2.2) que los de 4 a 6 años. Los autores concluyen que a la vista de esta descripción y a los altos niveles de circulación del germen en los grupos de más edad por waning inmunitario, es necesaria una estrecha monitorización de cómo se comportan las vacunas acelulares en los preescolares. Por otra parte la vacunación reciente no debe disuadir a los médicos de un posible diagnóstico de pertussis.