La presencia de aluminio, escualeno, mercurio, antibióticos o polisorbato entre los componentes de las vacunas es otro de los argumentos que esgrimen los contrarios de esos fármacos para evitar su utilización. La jefa del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario de A Coruña, María José Pereira, reconoce que las vacunas han modificado su composición con el paso de los años y que incluyen ciertas sustancias, denominadas adyuvantes, claves para su seguridad. “Han evolucionado con los años y cada vez con más seguras, estimulan menos el sistema inmunitario. Es cierto que incluyen algunos adyuvantes que actúan como conservantes, para garantizar la estabilidad del fármaco en cualquier lugar de uso, pero su presencia ha descendido progresivamente”, señala esta doctora. Pereira niega que eso sea motivo de alarma ya que este tipo de sustancias están presentes en otros artículos de la vida cotidiana. “Una lata de atún incluye más mercurio que la vacuna que tiene más concentración”
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Autor: Asociación Española de Vacunología
Asociación científica dedicada a la formación e información sobre vacunas destinada a profesionales sanitarios y público en general.