Association between influenza infection and vaccination during pregnancy and risk of autism spectrum disorder

Zerbo O, Qian Y, Yoshida C, Fireman B, Klein N, Croen L. JAMA Pediatr 2017;171:e163609

Estudio de cohortes llevado a cabo entre los años 2000 y 2010 con datos obtenidos de 196.929 niños con edad gestacional de al menos 24 semanas, nacidos en el Kaiser Permanente Northern California, al objeto de investigar la asociación entre la vacunación antigripal de la embarazada y los trastornos del espectro autista (TEA). En la cohorte de niños se diagnosticó gripe en 1.400 madres (0.7%) y 45.231 recibieron la vacuna antigripal durante la gestación. La edad media de vacunadas y no vacunadas fue, respectivamente, 31.6 y 30.4 años. Un total de 3.101 niños fueron diagnosticados de TEA y tras ajustar para las covariantes, se encontró que la infección gripal materna (hazard ratio de 1.04 con IC 95%: 0.68-1.58) o la vacunación en cualquier momento del embarazo (hazard ratio de 1.10 con IC 95%: 1.00-1.21) no se asociaron con un aumento del riesgo de TEA en los niños. En un análisis específico por trimestres, la vacunación en el primero fue el único periodo que se asoció con un aumento del riesgo (hazard ratio de 1.20 con IC 95%: 1.04-1.39), aunque esta asociación podría deberse al azar al ser estadísticamente insignificante (p=0.1) tras ajustar para múltiples comparaciones. Los autores concluyen que no encontraron asociación entre infección gripal gestacional y aumento del riesgo de TEA. Se podría sugerir de un aumento en niños cuyas madres recibieron la vacuna en el primer trimestre. Por tanto, sus hallazgos no plantean cambios en la política o en la práctica vacunal, aunque se podrían diseñar estudios adicionales. Comentarios de otros autores plantean que a la vista de los teóricos 4 casos adicionales de TEA por cada 1000 embarazadas vacunadas, nos debería hacer pensar en abstenernos de vacunar (excepto en situaciones de muy alto riesgo) a la embarazada o al menos evitarla en el primer trimestre.

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Pertussis antibody transfer to preterm neonates after second-versus-third-trimester maternal immunization

Eberhardt Ch, Blanchard-Rohner G, Lemaitre B, Combescure Ch, Othenin-Girard V, Chilin A et al. Clin Infect Dis 2017;64:1129-1132

Ya que la mayoría de los países recomiendan la vacunación frente a tosferina en la embarazada a partir de la semana 26 de gestación, y a que los firmantes han publicado resultados en los que en los nacidos a término la concentración de anticuerpos era mayor cuando la vacunación había tenido lugar entre las semanas 13 y 25 respecto a las posteriores a esta última, se plantea un estudio prospectivo observacional para conocer si este fenómeno se da también en prematuros menores de 37 semanas. Recolectaron muestras sanguíneas de pretérminos tras vacunación materna (Boostrix) entre semanas 13 y 25 versus posteriores a la semana 25 para medir toxina pertussis y fitohemaglutinina filamentosa. Participaron, entre 2014 y 2016, 85 pares madre-hijo: 80% nacidos entre las semanas 34 y 36 y 20% entre la 30 y la 33. De éstas, 37 habían sido vacunadas en el segundo trimestre y 48 durante el tercero. Encontraron que los GMT fueron significativamente mayores, para ambos antígenos, cuando la vacunación tuvo lugar en el segundo trimestre. La ratio segundo/tercero se mantuvo tras ajustar por edad materna, edad gestacional, paridad y status socioeconómico. Al dividir la población de prematuros por semanas 30-33 y 34-36, la vacunación durante el segundo generó mayores títulos de anti-PT y anti-FHA al nacer. Ninguno de los 37 prematuros de madres vacunadas en el segundo trimestre fueron seronegativos en sangre de cordón y sí lo fueron 11 de 48 (22.9%. P=0.002) de madres del tercer trimestre. Los resultados muestran que los prematuros se benefician de la vacunación materna preferencial en el segundo trimestre, incluso en los nacidos entre las semanas 30 y 33 cuando la transferencia de anticuerpos se piensa que es ineficiente. Los autores piensan que pudiera ser debido a: a) la transferencia placentaria diaria de anticuerpos se compensa con un mayor tiempo de transferencia por la vacunación precoz, y b) mejor protección frente a la degradación de los anticuerpos al no saturar los receptores neonatales FcRn. Tras exponer las limitaciones del estudio (diseño observacional y no inclusión de menores de 30 semanas de gestación), concluyen que la transferencia placentaria es suficientemente efectiva en fases precoces de la gestación por lo que la mayoría de los prematuros de entre 30 0/7 y 36 6/7 semanas se beneficiarán de la vacunación materna frente a la tosferina llevada a cabo en el segundo trimestre del embarazo.

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Sustained antibody responses 6 years following 1, 2, or 3 doses of quadrivalent human papillomaviris vaccine in adolescents Fijian girls, and subsequent responses to a single dose of bivalent HPV vaccine: a prospective cohort study

Quan Toh Z, Russell F, Reyburn R, Fong J, Tuivaga E, Ratu T et al. Clin Infect Dis 2017;64:852-859

Estudio prospectivo de cohortes en 200 niñas de Fidji de 15 a 19 años para conocer la duración de las respuestas de anticuerpos tras la administración de dosis reducidas de la vacuna tetravalente frente a papilomavirus humano, comparando las respuestas en las previamente vacunadas con 0, 1, 2 o 3 dosis seis años antes. Tras este tiempo y antes de que se administrara una dosis de vacuna bivalente (la vacuna tetravalente se introdujo en 2008-09 merced a una donación y la bivalente en 2013 por compra del gobierno), la media de anticuerpos neutralizantes para los cuatro tipos no difirió entre el esquema de dos o de tres dosis. Las de una dosis tuvieron niveles significativamente inferiores que los anteriores grupos, aunque de 5 a 30 veces mayores que las no vacunadas. Tras la recepción de una dosis de vacuna bivalente los títulos frente a VPH 16 y VPH18 no fueron estadísticamente entre las niñas que recibieron previamente 1, 2 ó 3 dosis de tetravalente. Los autores concluyen que dos dosis de tetravalente proporcionan títulos similares de anticuerpos a los seis años que las de tres dosis para los genotipos 16 y 18, pero inferiores para el 6 y el 11, aunque se desconoce si esta diferencia tendría traducción clínica. Por otra parte una dosis de vacuna genera respuesta de anticuerpos que dura al menos seis años y memoria inmunológica puesta de manifiesto tras recibir una dosis de vacuna bivalente. Todo ello puede sugerir protección para los tipos vacunales tras una única dosis de vacuna tetravalente.

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Meningococcal carriage evaluation in response to a serogroup B meningococcal disease outbreak and mass vaccination campaign at a college-Rhode Island, 2015-2016

Soeters H, Whaley M, Alexander-Scott N, Kanadanian K, MacNeil J, Martin S et al. Clin Infect Dis 2017;64:1155-1122

A raíz de un brote de enfermedad meningocócica por serogrupo B acaecido en la Universidad de Rhode Island en 2015 y que afectó a dos estudiantes, se puso en marcha una campaña de vacunación masiva con el preparado MenB-fHbp de Pfizer (Trumemba). La enfermedad estuvo causada por una cepa muy infrecuente, ST-9069 y la analítica molecular confirmó que incluía el gen que codificaba la lipoproteína fHbp B24. La pauta de vacunación consistió en tres dosis en esquema 0, 2 y 6 meses. Coincidiendo con las actividades profilácticas se incluyó la evaluación del transporte nasofaríngeo de N meningitidis en cuatro encuestas transversales. Por PCR el 4% de los participantes transportaban meningococo B y menos del 2% transportaban serogrupos C, E, W, X, Y o Z. Por análisis bi y multivariante el sexo masculino, fumar y visitar bares, clubs o fiestas al menos una vez por semana se asoció con incremento del transporte nasofaríngeo de cualquier serogrupo. Durante la evaluación de los 50 estudiantes que perdieron la condición de transportadores, 13 lo hicieron tras 1 dosis, 32 tras 2 y 5 tras tres dosis, mientras que de los 45 que la adquirieron, 20 fue tras la primera, 16 tras la segunda y 9 tras la tercera. Para Men B, 11 perdieron el serogrupo B: 2 tras la primera dosis y 8 tras la segunda y 1 tras la tercera, mientras que 10 adquirieron MenB: 3 tras la primera, 4 tras la segunda y 3 tras la tercera. Aunque tras la intervención no aparecieron más casos de EMI y que solamente un alumno transportaba la cepa con la misma secuencia tipo (ST), los hallazgos sugieren que la vacuna no reduce bien el transporte global de meningococo o específicamente el del B, así como tampoco evita la adquisición a escala individual. Los autores prosiguen con los estudios de seguimiento, especialmente para conocer la presencia de antígenos vacunales en los aislamientos nasofaríngeos.

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Measles vaccines: WHO position paper-April 2017

World Health Organization. Wkly Epidemiol Rec 2017;92:205-228

“Position paper” de la Organización Mundial de la Salud que sustituye al emitido en 2009. Incorpora lo más reciente en el campo del sarampión y aborda el asunto de la segunda dosis de vacuna, cuando vacunar a partir de los seis meses de vida, la pauta a seguir en la revacunación de los niños infectados por VIH que se encuentren en tratamiento con antiretrovíricos. Las conclusiones del documento se basan en las discusiones que mantuvieron los miembros del SAGE en 2013, 2015 y 2016. Como aspectos más importantes del documento, destacan cuándo hay que administrar una dosis de vacuna a los seis meses de vida, que sería suplementaria a las dos convencionales: a) durante brotes epidémicos, en campañas de vacunación en ambientes con riesgo de sarampión en menores de nueve meses, c) en poblaciones desplazadas, refugiados y zonas en conflicto, d) para niños con alto riesgo (contactos de casos), e) para viajeros a áreas endémicas, y f) niños nacidos de madres infectadas con VIH. Un dato especialmente importante es el de la actitud con dosis de vacuna recibidas con menos de nueve meses. En concreto, la OMS considera en ese caso que la dosis debe considerarse como “suplementaria” y debería registrarse como dosis “cero” al menos que el país disponga de datos que demuestren una alta seroconversión con dosis por debajo de esa edad. Los niños con dosis “cero” recibirán dos dosis más a las edades recomendadas en los calendarios nacionales de vacunación.

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Immunogenicity of 2 vs 3 doses of the quadrivalent human papillomavirus vaccine in girls aged 9 to 13 years after 60 months

Ogilvie G, Sauvageau Ch, Dionne M, McNeil S, Krajden M, Money D et al. JAMA 2017;317:1687-1688

Análisis post hoc de un ensayo clínico fase III llevado a cabo en Canadá entre 2007 y 2008, con el objetivo de conocer la inmunogenicidad de 2 ó 3 dosis de vacuna tetravalente frente al papilomavirus humano en niñas de 9 a 13 años a los 60 meses de haber recibido la correspondiente pauta de vacunación. De 520 mujeres participantes originalmente, 101 proporcionaron muestras sanguíneas a los 60 meses (50 de dos dosis y 51 de tres dosis). La seropositividad con ambos esquemas fue superior al 95% para todos los genotipos excepto para el 18. Las respuestas en términos de media geométrica de concentración de anticuerpos (GMC), para el 6, 11 y 16, no fueron inferiores en la pauta de dos respecto a la de tres dosis. Para los cuatro tipos, en ambos grupos, se comprobó un descenso en los títulos a lo largo del periodo pero sin diferencias en la tendencia entre ambos esquemas. Los autores concluyen que un esquema de dos dosis puede ahorrar costes y mejorar el acceso mundial a la vacunación y aunque el estudio muestra que en los vacunados caen los títulos de anticuerpos a los 36 y 60 meses, no había diferencias entre ambos. En definitiva, las niñas que reciben dos dosis deben de disponer una protección comparable a la obtenida en mujeres de 16 a 26 años con esquemas de tres dosis, aunque se necesitan datos de efectividad a largo plazo. Como limitaciones plantean la escasa “n” de la muestra.

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Demonstration of the herd effect in adults after the implementation of pneumococcal vaccination with PCV13 in children

Hays C, Vermee Q, Agathine A, Dupuis A, varon E, Poyart C et al. Eur J Clin Microbiol Infect Dis 2017;36:831-838

Estudio observacional que describe los resultados de la monitorización de la epidemiología de S pneumoniae en un observatorio regional francés (Ile de France-Ouest) en los años 2013 a 2015, tres y cinco años tras la introducción de la vacuna conjugada de trece serotipos. Comparan los resultados con los obtenidos por el mismo sistema durante el año 2009. Dispusieron de 113 y 158 cepas de neumococo en niños y adultos con ENI. Comparado con 2009 el número total de aislamientos en 2015 descendió en niños (263 vs 53) y en adultos (220 vs 131), mientras que la cobertura por serotipos vacunales descendió significativamente en adultos desde un 67.7% al 25.2% y en niños del 75.1% al 18.5%. Llaman la atención sobre el descenso significativo de los serotipos 1, 7F y 19A en la infancia y el descenso también significativo del 7F y 19A en adultos. En estos últimos emergieron los serotipos 8, 9N y 10A, mientras que en el niño no se observó emerger ningún serotipo en especial. Los autores concluyen con que sus datos demuestran que la introducción de la vacuna PnC13 se ha asociado con cambios significativos en la distribución de los serotipos de adultos y niños, siendo excepcional el aislamiento de serotipos vacunales, excepto el 3. Los no vacunales en el adulto reflejan los observados en la población pediátrica y son el 8 y el 22F (incluidos en la vacuna PnPS23) y otros no incluidos (16 y 35). Por consiguiente, se precisa continuar con la monitorización de la enfermedad neumocócica, especialmente para el serotipo 3.

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Effectiveness of live attenuated influenza vaccine and inactivated influenza vaccine in children during the 2014-2015 season

Mclean H, Caspard H, Griffin M, Poehling K, Gaglani M, Belongia E et al. Vaccine 2017;35:2685-2693

Estudio observacional postcomercialización de la vacuna antigripal atenuada tetravalente frente a la inactivada tri o tetravalente convencional en la temporada 2014/15 que se caracterizó por la circulación de un virus A/H3N” con un drift antigénico respecto del virus contenido en la vacuna. El estudio se llevó a cabo en cuatro centros hospitalarios de los Estados Unidos en niños de 2 a 17 años con enfermedad respiratoria aguda febril de menos de cinco días de duración, a los que se le hizo PCR de exudados nasales para confirmar la gripe. La efectividad de la vacuna se hizo mediante un diseño de casos y controles test negativo. Un dato importante de la temporada gripal es que de los 1511 niños incluidos en el análisis, el 28% eran positivos a la gripe de los que el 74% eran A/H3N2 y el 26% eran B. De los 291 H3N2 que pudieron ser caracterizados antigénicamente, el 96% eran distintos a los contenidos en la vacuna, y de los 99 virus B el 83% eran del lineage Yamagata que diferían del contenido en la vacuna. Para la vacuna atenuada tetravalente la efectividad frente a H3N2 fue del 30% (-6 a 54) y del 87% para el tipo B y para la inactivada tetravalente la efectividad frente a H3N2 fue del 40% (16-58) y del 35% (-31 a 67) para los virus B. El riesgo de padecer gripe de una vacuna frente a otra fue similar para la gripe A/H3N2 y menor con la vacuna atenuada para el virus B (OR: 0.08. IC 95%: 0.06-0.55). Los autores concluyen que ambas vacunas no protegían frente a la variante circulante de H3N2, mientras que el comportamiento de la vacuna atenuada fue significativamente mejor para la cepa B mutada.

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Two doses of inactivated influenza vaccine improve immune response in solid organ transplant recipients: results of TRANSGRIPE 1-2, a randomized controlled clinical trial

Cordero E, Roca-Oporto C, Bulnes-Ramos A, Aydillo T, Gavaldá J, Moreno A et al. Clin Infect Dis 2017;64:829-838

Ensayo clínico, aleatorio, fase III, controlado, multicéntrico y abierto en hospitales españoles, para comprobar si una dosis de recuerdo de vacuna antigripal puede mejorar la efectividad vacunal en los que han recibido un trasplante de órgano sólido (TOS). Los pacientes fueron asignados aleatoriamente para recibir una dosis de vacuna (grupo control) o dos dosis (grupo booster) en un intervalo de cinco semanas. La primera se recibió a partir del primer mes tras el trasplante. Se incluyeron en el estudio 499 trasplantados y aunque la seroconversión a las diez semanas no alcanzó significación estadística al analizar mediante “intención de tratar”, las tasas de seroconversión fueron significativamente mayores en el grupo booster en el análisis de “por protocolo” (53.8% vs 37.6% para A/H1N1, 48.1% vs 32.3% para A/H3N2 y 90.7% vs 75% para gripe B). Más aún, la seroprotección a las 10 semanas fue significativamente mayor en el grupo booster: 54% vs 43.2% para A/H1N1, 56.9% vs 45.5% para A/H3N2 y 83.4% vs 71.8% para cepas B. El número necesario para tratar (NNT) con la estrategia de uso de booster para tener un impacto beneficioso en un paciente fue inferior a diez. La eficacia clínica, 99.2% vs 98.8%, y los efectos adversos graves, 6.4% vs 7.5%, fueron similares en ambos grupos. Tras exponer las limitaciones del estudio (escasa representación de los trasplantes pulmonares, recepción de vacuna en las temporadas previas en muchos pacientes y probable ausencia de diagnósticos en gripes asintomáticas o con escasas manifestaciones clínicas), los autores concluyen que dado el NNT y la tolerancia de las dos dosis de vacuna, el uso de esta pauta debería considerarse una medida eficiente debido a que mejora la efectividad inmunológica.

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Global impact of rotavirus vaccination on childhood hospitalizations and mortality from diarrhea

Burnett E, Jonesteller C, Tate J, Yen C, Parashar U. J Infect Dis Epub ahead of print 2017 April 18

Revisión sistemática de la literatura entre enero de 2006 y diciembre de 2016 con los términos rotavirus, “vaccin” o “immuni” al objeto de conocer el impacto de la vacunación frente a rotavirus en las hospitalizaciones o fallecimientos durante los diez primeros años desde la comercialización de la vacuna, incluyendo los datos de aquellos países de baja renta que han introducido recientemente la vacuna. Se incluyeron en la revisión 57 artículos procedentes de 27 países, tanto con vacuna monocomponente con pentavalente. El impacto fue referido a niños menores de cinco años y la vigilancia se extendió a un año antes y otro después desde el inicio del sistema de vigilancia en el país en cuestión. En este grupo etario la reducción media en el porcentaje de las hospitalizaciones por gastroenteritis agudas fue del 38% a escala mundial y del 41%, 30% y 46% en los países de baja, media y alta mortalidad infantil, respectivamente. Las hospitalizaciones y las consultas a los servicios de urgencia se redujeron una media del 67% global y del 71%, 59% y 60% en los países de baja, media y alta mortalidad infantil, respectivamente. Los autores concluyen que la implantación de los programas de vacunación frente a rotavirus ha causado un descenso substancial de las hospitalizaciones por rotavirus y de las gastroenteritis de cualquier causa.

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