Miller E, Moro P, Cano M, Shimabukuro T. Vaccine 2015;33:3288-3292.
Palabra clave: Vacunas. Muertes
Debido a la circulación de rumores en redes sociales de casos de fallecimientos asociados a la recepción de la vacuna triple vírica en 2014-2015 en los Estados Unidos, los autores del trabajo, de la Immunization Safety Office de los Estados Unidos, resumen los datos epidemiológicos de muertes postvacunales, incluyendo ejemplos en los que existe una evidencia científica razonable que apoye que la vacunación causó o contribuyó a los fallecimientos. Hay casos en los que ha existido un riesgo razonable o plausible de muerte y se refieren en general a anafilaxia, infección sistémica por una cepa vacunal viva administrada a personas gravemente inmunodeprimidas, invaginación tras la vacuna de rotavirus, caídas asociadas a síncopes durante la administración, Síndrome de Guillain-Barré tras recibir la vacuna antigripal inactivada, enfermedad viscerotrópica o neurotrópica asociada a la vacuna de fiebre amarilla, complicaciones graves tras la vacuna de la viruela, del tipo de eczema vaccinatum, vaccinia progresiva, encefalitis postvacunal, miocarditis-cardiomiopatía, y polio vacunal paralítica tras vacuna oral atenuada frente a la poliomielitis. Concluyen que hacer asunciones generales y extraer conclusiones sobre la asociación muerte-vacunas basadas en los reportes espontáneos al VAERS (Vaccine Adverse Events Reporting System), de los que algunos pueden ser anecdóticos o de “segunda mano”, o de los reportes aparecidos en los medios de comunicación, no son una práctica científicamente válida.