El Ministerio de Agricultura y Soberanía Alimentaria de Francia, por medio del Instituto Pasteur, ha confirmado con fecha 27 de octubre la aparición de un caso de rabia en un perro de raza Husky de cuatro años de edad en los alrededores de la capital del país (en Essonne, región de Île de France). El animal mordió a varias personas, que inmediatamente recibieron la correspondiente profilaxis post-exposición. Los primeros signos de la enfermedad se manifestaron en el animal el día 19 de octubre y día 25 del mismo mes, falleció.
Las primeras investigaciones, y que actualmente se encuentran en marcha, apuntan a que el perro podría haber sido importado ilegalmente desde Marruecos, país donde la rabia es endémica.