Respuesta del Experto a …
Fenómenos vasomotores postvacunales en extremidades.
Pregunta
Una lactante recibió a los dos meses de edad las vacunas correspondientes del Calendario Infantil, es decir, la vacuna Hexavalente y la antimeningocócica C. A las 4 horas de haber administrado las vacunas, le apareció un cuadro de inflamación en ambas extremidades inferiores, de rodillas hacia abajo. Esta inflamación desapareció espontáneamente al cabo de una hora, aunque le quedaron petequias en ambas piernas durante cuatro días. No hemos encontrado en las Fichas Técnicas de ambas vacunas mención a reacciones de ese tipo. Dentro de un mes le corresponden de nuevo ambas vacunas, cuando cumpla los 4 meses.
Todo esto nos ha generado algunas dudas que os transmitimos por si podéis ayudarnos en la toma de decisiones. ¿Aunque evidentemente hay una relación en el tiempo con las vacunas, puede haber una relación causal con las mismas?. En caso afirmativo ¿con cuál de las vacunas podríamos relacionar la reacción?. ¿Debemos tomar alguna medida de precaución con respecto a las dosis siguientes, como suspender su administración, retrasarlas, o cualquier otra?. Aunque no se mencione este tipo de reacción en las Fichas Técnicas, ¿es necesario notificarla al Servicio de Farmacovigilancia.
Respuesta de José Antonio Navarro (05 de Febrero de 2013)
El cuadro que comenta podría corresponder al llamado síndrome de piernas decoloreadas, caracterizado por decoloración roja, púrpura o azul de las piernas con/sin petequias y con/sin hinchazón local que suele ocurrir a las 3-4 horas de la recepción de la primera dosis de vacuna en el lactante, con una duración de un par de horas y que se suele acompañar de llanto intenso.
Es un cuadro benigno que se resuelve sin secuelas y la mayoría de los lactantes suelen tener un único episodio aunque es posible que recurra con la siguiente dosis de vacuna. Se piensa que puede ser debido a reacciones vasomotoras (1).
Referencias
1. Kemmeren J et al. Discolored leg syndrome after vaccination—descriptive epidemiology. Eur J Pediatr 2009;168:43-50