Desde que se aprobó la venta libre de la vacuna Bexsero contra la meningitis B el 1 de octubre de 2015, su compra ha supuesto para las familias un peregrinaje de una farmacia a otra para conseguir las dosis necesarias, y quejas constantes por la falta de suministro. Las listas de espera en los tres últimos años ascendían a más de ocho meses para conseguir la preciada jeringa precargada con 0,5 mililitros de la vacuna que protege a los niños contra la meningitis B. En 2017 esta elevada demanda coincidió, además, con el problema añadido de retrasos en la producción comunicados por el laboratorio fabricante GSK, y Bexsero solo llegó a un 1% de las familias que lo habían solicitado. En 2018 parece que la distribución está garantizada. “No es que hubiera desabastecimiento en los últimos años. Lo que sucedió fue que la demanda en España creció a un ritmo sin precedentes desde que se permitió su venta en farmacias. No esperábamos algo así. Históricamente la compañía no tenía registros para prever que la introducción de una vacuna, que además no entra en el calendario oficial y supone un esfuerzo económico de las familias, tuviera este volumen de peticiones”, puntualiza Pilar García Corbeira, directora médica de GSK España. “La elevada demanda se debe a que en España tenemos pediatras que son muy buenos vacunadores.
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Autor: Asociación Española de Vacunología
Asociación científica dedicada a la formación e información sobre vacunas destinada a profesionales sanitarios y público en general.