Según medios de comunicación israelíes, los datos preliminares apuntan a que la vacuna frente al SARS-CoV-2 de Pfizer/BioNTech ha disminuido las infecciones en alrededor de un 50% a los catorce días tras recibir la primera dosis, aunque esa cifra oscila entre un 33% y un 60% dependiendo de los estudios que están en marcha para conocer la efectividad de la vacuna. Esos estudios los llevan a cabo diferentes proveedores de salud y han incluido hasta 400.000 personas cada uno de ellos.
Los técnicos del programa de vacunación han comunicado que los datos obtenidos no son suficientes como para extraer conclusiones acerca de la interrupción de la transmisión vírica por parte de los vacunados. Insisten, además, en la necesidad de recibir la segunda dosis, ya que se pueden registrar casos graves de COVID-19 en aquellos que han recibido la primera dosis.