Fisker AB, Rodrigues A, Martins C, Ravn H, Byberg S, Thysen S et al. Pediatr Infect Dis J 2015; 34(12): 1369-76.
El objetivo del estudio es medir el efecto de la vacuna del sarampión sobre la mortalidad por todas las causas así como calcular el número de niños necesarios a vacunar para evitar una muerte.
El proyecto de Salud Bandim (BHP) sigue a niños de 0 a 4 años en el medio rural de Guinea-Bissau; en éste país se realizó una campaña de vacunación frente al sarampión en 2006 (mayo) que tenía como población diana los niños de 6 meses a 15 años; se tomaron variables demográficas y de salud que podían influir para ajustar por ellas; el calendario vacunal del país contempla la vacunación frente sarampión a los 9 meses (coberturas del 90%) por lo que una parte de los niños recibieron la segunda dosis de vacuna frente al sarampión durante la campaña. Se comparó la mortalidad de niños de 6 a 59 meses durante el año posterior a la campaña con la mortalidad en el mismo grupo de edad durante los años anteriores.
Un total de 8.158 niños participaron en el estudio durante el año 2006 y 7.999 y 8.108 durante periodos similares en 2004 y 2005. La cobertura vacunal frente al sarampión fue de al menos el 90%. En los meses posteriores a la campaña se produjeron 161 muertes no accidentales mientras que en los dos años anteriores el número de muertes fue de 203 y 206; la razón ajustada de mortalidad de 2006 respecto a años anteriores fue de 0,8 (IC 0,66-0,96). Excluyendo las muertes causadas por sarampión la razón de mortalidad sería de 0,83 (IC 0,69-1). La reducción de la mortalidad fue significativa para niñas, razón de 0,74 (IC 0,56-0,97) pero no para niños y para aquellos que habían recibido una dosis previa de vacuna frente al sarampión, razón de 0,59 (IC 0,36-0,99), frente al 0,97 (no significativo) de los que no habían recibido vacunación rutinaria frente al sarampión. El número de niños necesarios a vacunar para evitar una muerte es de 179.
Los autores concluyen que los niveles de mortalidad permanecieron estables durante los años 2004 y 2005 pero se observó un significativo descenso después de la campaña de vacunación frente al sarampión de 2006; este descenso no se explica por las muertes causadas por sarampión. La protección fue mayor durante los primeros 6 meses tras la campaña de vacunación. Estos datos deberían tenerse en cuenta a la hora de valorar campañas de vacunación frente al sarampión, y muy especialmente al respecto de vacunar con una segunda dosis.
Los efectos beneficiosos no específicos de la vacuna del sarampión cuentan cada día con más estudios tanto en países en vías de desarrollo como recientemente en países desarrollados.