En la revista American Journal of Epidemiology investigadores de la Boston University School of Public Health, diseñan un estudio retrospectivo de cohortes en parejas que tenían intención de tener descendencia a raíz de unas noticias aparecidas en blogs en los que se comentaba que las vacunas frente a la COVID-19 podrían causar infertilidad femenina. La teoría era que al existir similitudes entre la proteína S de las vacunas de Janssen, Comirnaty y Spikevax y una proteína de cubierta -sincitina- esencial para la formación de la placenta, los preparados vacunales podrían dar lugar al desarrollo de anticuerpos anti-sincitina, lo que alteraría potencialmente la función placentaria.
Comprobaron que las vacunas no se asociaban con la fecundabilidad en ninguno de los dos miembros de la pareja. Por otra parte, la infección por SARS-CoV-2 tampoco se asoció con la fecundabilidad de la mujer pero si se asoció con una reducción transitoria -no más de sesenta días- en la fecundabilidad del varón.